El trabajo de Massard se basa en un mundo de fantasía en el que crea meticulosamente detallados paisajes construidos por el mismo en maquetas que luego fotografía. Sus imágenes se esfuerzan por describir los viajes de la mente mientras se compromete con evocaciones históricas, líricas o de cuentos de hadas. Massard como con la habilidad de un maestro artesano y fabricante de materias de lo imaginario es extraordinariamente apreciado y disfrutado, su trabajo tiene verdaderamente la capacidad para transportar al espectador a estos paisajes ficticios.